Si eres competente, pero no eres competitivo, no das el nivel

Y si eres competitivo, pero no eres competente, sí llegas, pero no te mantienes
(Pep Marí) 

 

 

Democracia es el nombre que se le da al pueblo

 siempre que se le necesita
(Marqués de Flers)

 

Nunca se debe gatear cuando se tiene el impulso de volar

(Hellen Keller)
 

No basta con saber, también hay que aplicar. 

No basta con querer, también hay que actuar
(Goethe) 

 

No me importa que un político no sepa hablar, 

lo que me preocupa es que no sepa de lo que habla  

(Manuel Azaña)

 

El esfuerzo se entrena 

(Chema Buceta)

El mal genio nos mete en líos.
El orgullo es lo que nos mantienen en ellos.
(Neil Simon)

 

La vanidad es hermana de la arrogancia;
hija del ego y madre de las apariencias
(Autoproverbio)

 

La imprudencia suele preceder a la calamidad

 (Apiano)

 

Una de las desdichas de nuestra sociedad consiste en que el interés individual ignora el interés colectivo
(Santiago Ramón y Cajal)

 

Todo el que quiere permanentemente llegar a lo más alto, tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo
(Milan Kundera) 

Es un error esperar que los demás actúen como uno espera
(Montesquieu) 

 

Hay que alternar soledad y comunicación. 

La primera nos traerá deseo de tratar con las demás personas, la segunda deseo de tratar con nosotros mismos. 

La soledad nos curará del hastío de la multitud y la comunicación del tedio de la soledad. 

(Séneca)

 

Las cosas jamás suceden por una sola razón. 

Las competiciones no se ganan, ni se pierden, por un solo motivo. El mundo no es lineal. 

Todo ocurre gracias a la interacción de varios factores. 

Olvidar la complejidad significa apartarse de la realidad
(Pep Marí)

 

 

 

Lo incorrecto es incorrecto incluso cuando todos los demás lo están haciendo. Lo correcto es correcto, incluso si nadie más lo está haciendo 

(Jimmy Dykes)

 

 

El éxito consiste en obtener lo que se desea. 

La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene.

 (Emerson)

 

Aprender a distinguir quién merece una explicación, quién merece sólo una respuesta y quién no merece absolutamente nada es la primera regla de salud mental

(Pascua Ibarrola)